martes, 6 de agosto de 2013

Andar por la palabra

Andar por la palabra.
Convertirse en travesía.
En mitad del mar bravío
que te sujeta a la poesía.

La misma nada,
como cuando no duele.
El mismo tiempo
como cuando no alcanza.

Se dispersa en el aire
y como chispa se disuelve
sin volver a ser del fuego
de la mano del que prende.

El mismo sueño
que se agiganta.
El mismo frío
cuando se apaga.

Entra un ave a su ventana
y llena el aire de belleza.
¿Quien enreja las miradas?
¿Quien colma el alma de tristeza?

La misma casa
donde jugabas
cambió de dueño.
No de añoranza.

Ando en palabras y acertijos.
Jugando un juego que no acaba.
Desanudando lo predicho.
Volviendo al blanco y sin más nada.

Como si fuera
no haber nacido.
Como la muerte
de la esperanza.


Jorge Albella
Marzo 2013

lunes, 4 de febrero de 2013

El ángel del ayer.

La foto es con la que me llega la publicación de Indio.
Recordándome, supongo, lo mucho que hay para iluminar.
Despertó una noche,
vio todo azul.
La ciudad vacía
le pidió su luz.
Respiro tranquila,
cerca la cruz del sur.

Desde el alto cielo
no encuentra el porque
del distanciamiento
con el fuerte rey,
que ilumina al mundo
con todo su poder.

El ángel del ayer
comienza a renacer.
Invoca su poder
tratando de entender
al ser.

Ella, bien suspira,
con un corazón.
Lleno de esperanzas,
con una canción,
en el cual expresa
su himno de amor.

Cómplice y compinche
de la juventud.
De poetas locos
y del duende azul.
Ella los inspira
a un mundo mejor.

El ángel del ayer
comienza a renacer.
Invoca su poder
tratando de entender
al ser.


Diego "Indio" Pavone.

Este poema llega, después de muchos años de no cantarlo, finalmente a mi guitarra.
Su texto esta intacto. Veremos si es tal cual, musicalmente, lo que fue hace más de 15 años.

lunes, 7 de enero de 2013

Ni Mariana.


Voy al tejido hondo de la herida
con pies en barro, peligro y emergencias.
Que no soy yo, vivir sin mis urgencias.
No logro anclar recuerdos en el fondo
de este constante cultor del “que habrá sido”.
Que por cuanto más de ti, menos olvido.

Por escribir de ti, desoplo velas.
Me regañan los deseos ya cumplidos
y un brindis viene a mi cristal arrepentido.
Pero quien puede juzgar al joven que se ha sido,
si por tan joven se alega la imprudencia.
Quien dice amor, desdice la conciencia.

De que excusa pinto estos barrotes
que si apenas me esconden del sol vivo.
Que si apenas me hacen hombre primitivo.
No puedo hablar, amor, de lo que tuve.
De aquella flor que deshonra mariposas.
Del olor a amarte que aun hay entre mis cosas.

Quería honrar tu nombre, este silencio,
vuelto pacto inviolable con el verso.
Pero es que ya no habrá rimas sin mañana.
Ni habrá verbos, ni acuerdos, ni Mariana.

Jorge Albella
(1989)

viernes, 4 de enero de 2013

Un telón para los dos.


SE ME DA EL HACER CANCIONES,

MONOTEMATICO ME OFREZCO.

NO HAY QUIEN TUERZA MI TIMÓN.

DOCUMENTO INALTERABLE.

“PARASIEMPRE” HECHO PALABRA.

FIRMO Y ADJUNTO CORAZÓN.


Y ES ASÍ QUE EN LOS ARCHIVOS

DONDE APILO ORIGINALES,

HOY TE GUARDO UN CANTO AMABLE.

HUELLA DEL COMPROMETIDO

CAMINO DE LA AMISTAD.

QUE VA DE TU CERCANO OESTE

HACIA EL ESTE, NUESTRO CONGRESO.

PARALELO DEL AMOR.


HURGADOR DE LO PROFUNDO

¿DE QUE HUESO SON TUS ALAS?

¿DE QUE ASTILLA TU DOLOR?

VEN Y SÍRVEME ESE VINO,

QUE EL DESTINO NOS HA ABIERTO

UN TELÓN PARA LOS DOS.


ENTONCES EMPINADOS

EN SENSIBLERAS MADRUGADAS,

GOLPEAREMOS LAS VENTANAS

DEL ANHELO COMPARTIDO

Y QUE NO SE DUERMA JAMÁS.

COMPAÑERO COMBUSTIBLE

DE ESTE VIAJE QUE COMIENZA,

HOY TE CEDO MI TIMÓN.



Escrita hace muchos años para el "Indio" Pavone" con quién compartí mis primeros palotes en un teatro de Congreso - Buenos Aires. 


















JORGE ALBELLA

                                                                                

sábado, 25 de agosto de 2012

Palabras para Vicente

Voy a mezclarte en cada una de mis copas
para ver si un día de estos te me quitas
junto al alcohol, reciclado, y que lastima.
Y evaporarte transpirando tu recuerdo.

No sos vos, es mi maldita memoria.
Es tu rostro suplicando un desencuentro
con la muerte tumoral que se avecina.
Y es tu voz resumiéndome la vida.

Darte forma de canción, de melodía.
El artista que no soy eso quisiera.
Que irreverencia la palabra hecha poesía,
si no te nombra, no te cura, no me abriga.


Parecemos dos autómatas del destino.
Tu te mueres y mientras yo... solo te miro.
Que arquitecto planifico este destino
que te saca de mi plano y no me olvido.

Nunca nada será igual, nunca más nada.
Te llevaste la idea de lo oportuno.
Del cobijo, la solución y el ya veremos.
Aunque dejaste tu mano sobre mi espalda.

Mi vida, se verá, la iré tejiendo.
Soy artífice aún sin tu ojo puesto.
Pero que bueno hubiese sido romper algunas reglas
Y tallar profundo mirándonos las caras.

 
Darte forma de canción, de melodía.
El artista que no soy eso quisiera.
Que irreverencia la palabra hecha poesía
Que aún nombrándote, no te me curas, ni te abrigo.

Entre medio de mis blancos yo te escribo.
No encuentro puño en la canción si no te pienso.
Venga ésta a liberarme a otros asuntos
que no sean de tu virtud y mi memoria.


Para Vicente Albella... de quien soy hijo.
Julio 2011

jueves, 9 de agosto de 2012

Final


RESABIO DE AGUA MALDITA.

FRUTOS AMARGOS, DESTIERRO.

LOS BESOS QUE NUNCA PUDIERON SABER

A BESOS DE TU BOCA.

SOSTIENEN BLANDOS MIS HUESOS

LO QUE HOY SÉ VIRGEN EN MI ALMA.

SENTIRTE. TAN SOLO ME TOCA SENTIR.


DE LO IMPROBABLE Y HERMOSO

NUTRO LOS VERBOS, PACIENTES

ANHELAN CANCIONES QUE SEAN PARA VOS.

MIENTRAS BENDIGO

DEL AMOR, LO IMPOSIBLE.

DE LO PROHIBIDO, EL DESEO.

Y DEL SIGLO, EL SEGUNDO QUE PASAS POR MÍ.


ROZA MI AZUL TUS AZULES.

CABE TU TIEMPO EN MIS AÑOS.

CONSPIRO A TU DIESTRA Y ME SUEÑO ANTOJADO

EN NO SOÑAR TANTO... EN NO SOÑAR TANTO.


A TU DOMINIO LAS VOCES,

DEJO IMPACIENTE Y A GUSTO.

QUE SEPA HALLAR LA CANCIÓN

DONDE NO ENCUENTRO FINAL... DONDE NO ENCUENTRO FINAL.

JORGE ALBELLA

miércoles, 8 de agosto de 2012

Bien de familia


Que alguien diga si ese soy yo
en esa foto familiar.
“Pareciera ser feliz”.
Escudriñando una cartera,
mientras todos le dan sonrisas
a la futura evocación.

Todos van a acordarse bien de sí
y de lo bello que era ser
parte de esa evolución.
Abigarrando cada afecto
o despintándolo en el lienzo
según convenga el bien común.

¿Y que de ayer? ¿Y que después?
Quien me libera excomunión.
Si no han visto como soy
debajo de una suave llovizna
o entorpeciendo la cola en el mercado…
ni hablemos, haciendo el amor.

Pierdan cuidado, ya cursé,
que quien se eriza ante mí
no fue por lo que no dí.
Será que un dios me ha dado tanto
que en pos de justicia y equilibrio
ahora toma lo mío para sí.

Bien de familia donde estoy.
Bien de familia lo que soy.
Bienes para echar a andar.
Por si, aún sin hijo, ni posgrado, 
ni alfil del propio espejismo,
todavía quiera iluminar.

Pueda que hable de mí
o alguien lo tome para si.

Jorge Albella - Noviembre 2011